Fuimos invitados por la Fundación caritativa de voluntarios y voluntarias sin fines de lucro “Juntos por una vida mejor”, conformada en su mayoría de personas que tienen familiares con enfermedades o discapacidades, a visitar a la familia Solano en Monagrillo para conocer el caso del joven Manuel Antonio Solano, quien padece de retardo mental severo.
Lo encontramos en cuclillas encima de una silla plástica atado con una faja de tela a la columna de concreto. Nos llamó la atención verlo en esa situación. Pero inmediatamente nos informaron que se encontraba atado con el propósito de que no se lastime o se mutile las manos con las máquinas de ebanistería que se encuentran en el lugar donde vive.
Manuel Antonio se encontraba bien aseado, con una barba y bigotes envidia de cualquier galán de telenovela. Así se lo dije y creo que lo entendió y le gustó; porque fue en el único momento que nos regaló una sonrisa; después su mente se perdió en las profundidades de su mundo.
A Manuel Antonio lo viene atendiendo su madrastra desde hace 10 años, Vielka Rosa Cedeño. Fuimos testigos de cómo el joven obedece a Vielka Rosa, en el momento que al tratar de alcanzar su chancleta se soltó la tira de la columna, la señora con tono cariñoso como se le habla a los bebés le dio ordenes y éste le obedeció tierna y sumisamente.
Este joven necesita una cama especial, duerme sobre tablones.
)