El francés Zinedine Zidane, centrocampista del Real Madrid, volvió a erigirse en el ídolo de la afición madridista en el encuentro contra el Espanyol (4-0), un partido en el que el brasileño Ronaldo volvió, 27 días después de su última lesión, para marcar.
Zidane está como un tiro en esta fase de la temporada. Con menos desgaste y más dosificación, el francés parece haber dejado atrás las lesiones que le impidieron rendir al cien por cien en el comienzo de temporada y es de nuevo el faro del conjunto madridista.
Contra el conjunto blanquiazul, que ofreció una paupérrima imagen, Zidane anotó dos goles, el segundo y el cuarto respectivamente, y terminó de sentenciar un partido con poca historia desde el pitido inicial.
Zidane, con esos dos tantos, suma ya seis en la competición liguera y se sitúa a cuatro del máximo goleador del equipo, Ronaldo, quien volvió a encontrarse con el gol.
Porque Ronaldo llevaba casi un mes lesionado, pero eso no le ha impedido seguir siendo el mejor artillero de los blancos en la Liga. Pese a que sólo había disputado trece partidos esta temporada, nueve goles le daban esa ventaja sobre el resto.
Y contra el Espanyol volvió a marcar. Diez en catorce partidos. Esta vez de cabeza. A la tercera ocasión que tuvo. Fue tras una gran acción de su compatriota Cicinho quien, tras llevar un contra golpe durante cuarenta metros sorteando rivales, se sacó de la manga un perfecto centro que Ronaldo convirtió en gol. Fue el 3-0 y sentenció definitivamente a los "periquitos".
El brasileño sigue, más o menos, en la línea de toda la temporada. Su último gol lo anotó el 21 de diciembre del año pasado contra el Racing, en un partido que terminaron perdiendo, por 1-2.