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El primero a la izquierda Germán Rodríguez Valencia, la víctima.  |
La justicia tarda pero llega aunque la persona físicamente hay muerto en forma cruel y despiadada, tal como ocurrió con el agricultor Germán Rodríguez Valencia, de 62 años de edad.
Germán era un humilde morador de Jaqué, provincia de Darién.
Era un hombre muy trabajador, pero su vida fue truncada a punta de golpes con objetos contundentes por parte de tres sujetos que le robaron su dinero, acción donde participó su propio hijo, quien junto a sus dos compinches, está preso.
Los villanos aprovecharon la oscuridad de la noche e irrumpieron en su casa.
Germán pereció en fecha reciente en un centro hospitalario ubicado en la ciudad capital a consecuencia de la golpiza propinada en su humilde morada.
Sin ninguna compasión, los victimarios "le desbarataron la mandíbula. Sus muelas y dientes quedaron esparcidos en la cama", reveló un amigo personal del agricultor.
Se descubrió que el hombre se estaba muriendo en la casa, fue llevado al dispensario de Jaqué y por último a un Centro de Salud localizado en la ciudad capital donde pereció.
El hombre del campo presentaba golpes en el abdomen, cabeza y en la mandíbula, pero nunca perdió el conocimiento, y en el centro médico dijo los nombres de los involucrados.
EL MOVIL
"El hijo trató de pedirle plata al padre para irse a divertir", horas antes del funesto suceso.
Ante la negativa del agricultor de darle dinero para su diversión, el hijo junto a los otros dos elementos planificaron su muerte.
Hay evidencias y testimonios que vinculan al hijo en este hecho de sangre, y está preso junto a sus dos testaferros en una prisión en La Palma, Darién, a órdenes del Personero del lugar.
Los victimarios se dieron el "lujo" de cambiar billetes de veinte dólares en negocios ubicados en ese lugar, a costo de una vida humana y de quien en vida se llamó Germán Rodríguez Valencia, de 62 años.
El hombre fue ultimado, pero alcanzó a delatar a sus asesinos. |