El examen de necropsia realizado a los cuerpos de Ligia Elena Sinisterra y Ernesto Alleyne Yard determinaron que las balas que acabaron con la vida de ambos eran diferentes en tamaño, color y forma.
Ligia Elena Sinisterra falleció producto de un impacto de bala en la cabeza.
Mientras que Alleyne murió de un disparo en el tórax.
Los proyectiles recuperados en ambos casos fueron enviados a los peritos de la sección de balística de la PTJ, informó el Dr. Vicente Pachar, Jefe del Instituto de Medicina Legal.
Pachar sostuvo que serán los peritos de balística quienes con las balas recuperadas tendrán que comparar los proyectiles y definir de dónde salió cada uno.
En el resultado de necropsia se reflejó que ambos disparos fueron a más de un metro de distancia, porque en ambos casos se pudo determinar el hueco por donde entró la bala.
El arma que tenía Alleyne, era una pistola 9 milímetros.
Por su parte, la unidad policial que le dio la voz de alto al interceptar a Alleyne después de haber cometido el asalto, mantenía un revólver calibre 38.
Ligia Elena Sinisterra fue una inocente que falleció por cosas del destino.
Sigue abierto el caso.
INVESTIGACIONES
Ayer se efectuaron las necropsias a ambos cadáveres. Ahora la PTJ tendrá que examinar cada proyectil recuperado.