La necropsia realizada a Ligia Elena Sinisterra y a Ernesto Alleyne Yard, determinaron que las balas que acabaron con la vida de ambos eran diferentes en tamaño, color y forma.
Ligia falleció producto de un impacto de bala en la cabeza. Mientras que Alleyne murió de un disparo en el tórax. La mujer fue alcanzada por una de las balas que presuntamente disparó Ernesto, quien era perseguido tras asaltar una gasolinera.