Las distribuidoras de energía eléctrica han salido a defender su negocio y culpan del aumento de las tarifas a los generadores de electricidad, principalmente a las que utilizan el sistema térmico. Hasta ahora los generadores han guardado completo silencio y no han salido a dar explicaciones a los usuarios.
Según la estructura de la tarifa, el 70 por ciento del recibo que usted recibe mensualmente va a parar a las arcas de los generadores, 23 por ciento a los distribuidores y siete por ciento a la estatal empresa d transmisión ETESA.
Lo malo de todo es que por años, se le advirtió al Estado panameño de las deficiencias de algunas de las plantas térmicas y no hizo nada, tomando en cuenta que éste controla un porcentaje representativo de acciones de esas generadoras.
Con plantas obsoletas e ineficientes se produce energía cara que a la postre deben pagar los usuarios a ciencia y paciencia de los gobernantes de turno.
La electricidad es un negocio que mueve muchos millones de dólares y los involucrados reciben excelentes ganancias, tal como lo reflejan los propios estados financieros de esas compañías. Como ejemplo en uno de los casos el beneficio neto se incrementó de un año a otro en casi 35 por ciento.
Una revisión rápida de la facturación realizada por el último año de operación del IRHE versus el primer año de operación de las empresas privatizadas revela de salida un incremento de 60 millones de dólares de un año a otro.
Así las cosas, el gobierno debe adoptar acciones que a corto, mediano y largo plazo garanticen a la población e inversionistas una electricidad a precios justos y que no sobresalten al presupuesto familiar y empresarial cada semestre.