El presidente George W. Bush hizo una fuerte defensa de su política exterior al declarar que Estados Unidos no podrá encontrar la seguridad si abandona sus compromisos internacionales y se repliega dentro de sus fronteras.
En su discurso anual sobre el Estado de la Unión, Bush dijo que cada paso que se de hacia la democracia en el mundo hace a EE.UU. un país más seguro.
Según el mandatario, las elecciones celebradas en Afganistán e Irak demuestran que avanzan la democracia y la libertad.
Ante las dos cámaras del Congreso, Bush aseguró que la futura seguridad de Estados Unidos depende de la continuidad de su propósito de "terminar con la tiranía en el mundo", por lo que "no se retirará, y nunca se rendirá frente al mal".
Advirtió que no se ha olvidado de países como Siria, Zimbabwe, Corea del Norte e Irán, porque, afirmó "las demandas de justicia, y la paz de este mundo, también requieren su libertad".
IRAK E IRAN
Bush admitió que en Irak el trabajo se ha hecho difícil, pero aseguró que Estados Unidos está ganando la guerra.
En cuanto a Irán, el mandatario estadounidense atacó lo que llamó una pequeña elite clerical que reprime al país.
"El gobierno iraní está desafiando al mundo con sus ambiciones nucleares y las naciones del mundo no deben permitir que el régimen iraní consiga armas nucleares", dijo el presidente durante su discurso ante el Congreso.