Fuerzas policiales israelíes desalojaron y demolieron nueve viviendas en el asentamiento judío de Amoná, al noroeste de la ciudad cisjordana de Ramala, en una auténtica batalla campal en la que han resultado heridas más de 200 personas.
Situado en una escarpada colina de difícil acceso y bajo un sol implacable, el enclave judío de Amoná ha sido escenario de unos enfrentamientos sin precedentes entre miles de colonos y simpatizantes de la extrema derecha israelí y las fuerzas de seguridad.
Según los últimos datos facilitados por la Estrella de David Roja (el equivalente a la Cruz Roja), 216 personas resultaron heridas y fueron atendidas por distintos equipos médicos, entre ellas 166 tuvieron que ser hospitalizadas.
Entre los heridos se cuentan 80 miembros de las fuerzas de seguridad israelíes y los diputados ultraderechistas Efi Eitam y Arie Eldad, que se desplazaron a Amoná para apoyar a los evacuados.
En una operación en la que han tomado parte entre 5, 000 y 6, 000 efectivos policiales y militares, el desmantelamiento de las nueve viviendas -que recibió la luz verde del Tribunal Supremo-, se ha tornado en uno de los enfrentamientos más duros registrados en meses entre colonos y fuerzas de seguridad.