Danilo Rodríguez, de 20 años, nunca pensó que la diversión dentro de la Discoteca Sinner le costaría la vida.
El joven participaba en una actividad de reggaeseros, cuando un sujeto armado entró al local y le disparó ocho veces.
El homicida no tuvo compasión y lo siguió impactando en la espalda, tórax, glúteo y las piernas, a pesar de que Rodríguez cayó en medio de los gritos y la corredera de los asistentes.
Jorge Kiddian, médico que atendió al occiso y los heridos, dijo que la peor parte la llevó Rodríguez que presentaba ocho orificios.
El occiso no fue el único que recibió los proyectiles que acabaron con su existencia, sino otros que también se divertían y estaban cerca del tiroteo.
Daniel Cumberbacht, de 27 años, fue impactado en la cadera, Javier Fernández de 40 y Josimar Morales de 21 recibieron disparos en las piernas.
El hoy occiso fue trasladado de urgencia al Hospital Manuel Amador Guerrero y murió en la sala de operaciones, mientras que los otros se recuperan de las heridas.
El homicida que ha sido identificado es buscado por la Policía Nacional desde la madrugada del sábado cuando se registró la masacre.
La personera de turno Estrella Cochez señaló que las investigaciones serán rápidas, porque un uniformado que estaba dentro de la discoteca en ese momento observó todo lo que ocurrió. Confirmó que los orificios de proyectiles que recibió fueron múltiples.
La violencia en Colón trota a paso rápido, y a los involucrados no les importa que los cementerios se llenen de gente joven y la provincia mantenga una mala imagen.