Para los productores de naranja del norte de Penonomé y comunidades aledañas, la principal característica de esta feria está constituida, por su puesto, por la naranja, las artesanías y otros rubros que se producen en el campo del norte de Penonomé.
Churuquita Grande es una comunidad que cada año trabaja más en la realización de esta feria que se ha convertido en una vitrina para los productores y vendedores que ofrecen los mejores productos y artesanías.
Por más de 28 años, la Feria de la Naranja se ha convertido en una oportunidad para que los campesinos puedan exhibir y vender sus productos y artesanías. De igual forma, los visitantes disfrutan de un gran evento, en donde no faltan la naranja y las presentaciones folclóricas, según dijo José Ramiro Tuñón, secretario del patronato de la Feria de la Naranja.
Para los visitantes, esta feria ha sido espectacular pues cuenta con un agradable ambiente, un sabor interiorano, con la belleza de la reina y sus princesas, el folclor, pero sobre todo el olor a la naranja, es lo que se vive en la comunidad de Churuquita Grande los cuatro días de la Feria Nacional de la Naranja, un evento que rompe los esquemas tradicionales.
Isaac Quirós, presidente del Patronato de la Feria de la Naranja, informó que en la feria del año pasado no hubo pérdidas, pero tampoco ganancias significativas. Sólo unos 2,000 balboas quedaron, ya que casi todo se invierte en la realización de la misma como terrenos, luz, organización, ranchos, entre otros gastos
HISTORIA DE LA FERIA
La feria Nacional de la Naranja inició en el año 1981, organizada por un grupo de jóvenes motivados en que se diera a conocer el potencial del corregimiento de Pajonal del norte de Penonomé, los que también pretendían con la feria una mejor comercialización del cítrico y en especial la naranja.
Con el inicio de esta feria en Churuquita Grande de Penonomé se marca un hito en la historia de las ventas de los campesinos y lo que marcó una gran diferencia económica para los campesinos de diferentes áreas del norte de Penonomé, que han podido llegar a comercializar directamente sus productos, entre ellos la naranja, muy abundante en Churuquita Grande y Pajonal.
Según cuenta el campesino José Pérez, del norte de Pajonal, ellos ya llevan muchos años en la feria desde que inició el primer evento ferial que se efectuó en el año 1981 donde solo participaron siete comunidades, entre ellas, Rincón de las Palmas, Membrillo, El Cocal, Churuquita Grande, Chiquita y Caimito.
La historia de los ranchos inicia con la feria y es precisamente esto lo que llama la atención de miles de visitantes: la creatividad de los campesinos, que años después fue premiada con incentivos.
LOS CAMPESINOS
Este año participaron 28 comunidades de los corregimientos de Pajonal y Toabré. Cada uno presentó un rancho muy creativo que será premiado precisamente hoy en horas de la noche con la clausura de la Feria de la Naranja.
José Ramiro Tuñón, secretario del Patronato dijo que este año hubo mucha organización con los campesinos y con las instituciones del Estado que los apoyaron mucho con exposiciones ranchos y pabellones con el trabajo que realiza cada entidad.
Además de los ranchos de los campesinos participaron entidades del Gobierno como el IMA, MIDA, IFARHU, SINAPROC, ANAM, Ministerio de Desarrollo social, el MICI, entre otras, sin dejar de mencionar las actividades folclóricas y concursos de cumbia que se realizaron día y noche.
INGRESOS Y GASTOS
Aún no se han contabilizado los gastos en esta feria, sin embargo de manera extraoficial se conoció que supera los 40 mil balboas, entre el alquiler de los terrenos, trabajos y preparativos, aunque se espera que las ganancias superen los 75 mil balboas para los campesinos que esperan culmine la feria con la venta de todos sus productos.