Los informes financieros sobre el negocio de la electricidad revelan que el Estado panameño también se está llevando un gran jamón. Desde el año 2000 al 2005, los ingresos por los dividendos que percibe el Gobierno por su participación en dichas compañías es de B/.223.7 millones.
En promedio, el Estado ha recibido en los últimos seis años una suma promedio de B/.37 millones. En el 2004 y en el 2005 las cifras se dispararon. Para el 2004, los ingresos fueron de B/.45.9 millones y el año pasado de B/.53.8 millones.
GANANCIA MILLONARIAS
Los estados financieros de las distribuidoras de energía también registran ganancias millonarias. Elektra Noreste, que presta servicio a las provincias de Colón, Darién, Kuna Yala, el archipiélago de Las Perlas y la zona noreste de la provincia de Panamá, duplicó en 3 años su utilidad.
En 2002 declaró ganancias de B/.8.2 millones, pero para 2004 se habían multiplicado a B/.19.5 millones.
Unión Fenosa conformado por la Empresa de Distribución Eléctrica Metro-Oeste (EDEMET) y la Empresa de Distribución Eléctrica Chiriquí (EDECHI), también tuvieron ganancias.
EDEMET que sirve a Metro-Oeste, registró en 2004 registró ganancias por B/.27 millones, cifra que representa un incremento de más del 30% respecto al 2000, cuando fue de B/.19 millones.
EDECHI duplicó sus beneficios en ese mismo período ya que de B/.4.1 millones en el 2000 a B/.8.6 millones en el año 2004. Ambas empresas obtuvieron ganancias después en el 2004 por B/.35.6 millones, que es un 65% más de lo que ganaron en el 2000, que fue de B/.23.2 millones.
Todo esto refleja que del 2002 al 2004, las empresa Elektra Noreste y EDEMET-EDECHI, lograron ingresos brutos por 1, 630 millones.
El defensor del Pueblo, Juan Antonio Tejada, calificó de "inmoral" el incremento tarifario de la electricidad decretado por las empresas de distribución eléctrica del país, al sostener que los estados financieros de estas compañías reflejan "un negociado" con "exorbitantes ganancias millonarias".
José Isabel Blandón, quien fue director del IRHE, sostiene que existe una distorsión en el proceso de la generación de energía eléctrica por estar libre de control. Las hidroeléctricas , cuyo costo de producción de un kilowatt por hora es casi cero, venden su energía a precio de lo que le cuesta a una planta térmica producirlo, que está entre los 5 y 10 centésimos.
Las empresas generadoras e hidroeléctricas amparadas en la ineficiencia de algunas térmicas, ofertan el KWh a precios similares. El problema radica en que no hay regulación que les impida a las hidroeléctricas asumir precios de térmicas. Sostuvo que el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSP) no ha querido regular este sistema y lograr que se brinde una adecuada energía al país. Se debió revisar todos los contratos de las empresas y anularlos por los abusos tarifarios y los cobros por demandas que se han constituido "en un robo", indicó
A su juicio, la solución al problema no es la modificación de la Ley 26 del 29 de enero del 1996 del ERSP, sino el que el Estado debe renacionalizar las hidroeléctricas y estatizar los servicios de generación y distribución.
Hasta la propia Iglesia Católica a través de la Comisión de Justicia y Paz, consideró "inmoral" el pretendido intento de aumentar entre 7 y 32% la tarifa de electricidad, bajo el argumento del incremento en el precio del petróleo.
En tanto, el Ente Regulador desde 199 a la fecha ha impuesto multas a los concesionarios del servicio de energía eléctrica por la suma de B/. 2.3 millones.
En Panamá el aumento anunciado, que dicen las empresas eléctricas es inevitable, será hasta del 32%; mientras que en naciones como España, Nicaragua y Dominicana incrementos de este tipo alcanza solo el 4%, 7% y 8%, respectivamente.
Jorge Loaiza, vicepresidente de la Asociación Panameña de Hoteles, indicó que la industria del turismo está en su más alto período de crecimiento, situación que estaría en riesgo ante la reducción de la competitividad por los altos costos de la energía eléctrica.
A manera de ejemplo, Loaiza expresó que en concepto de energía eléctrica el Hotel Marriot pagó en el año 2004 B/.1.2 millones y con el incremento pagaría durante el 2006 la suma de B/.1.6 millones. Así mismo, manifestó que la cadena Hotel Continental pagó en 2005 B/.911 mil, mientras que con el aumento desembolsaría B/.1.2 millones.
Por su parte, el empresario Jack Eskenazi, de la Asociación Nacional de Comerciantes, manifestó que los embates de los aumentos energéticos obligarán a varias cadenas de almacenes a pagar tarifas de luz por el orden del B/.1.3 millones anuales por establecimiento.
"Hasta ahora se ha logrado absorber gran parte de esos costos, pero llega un punto donde esto va a afectar, definitivamente, a los precios del consumidor y va a crear una inflación que es, realmente, preocupante", dijo.
En tanto, Jaime Campuzano, presidente de la Cámara de Turismo de Panamá, recomendó una serie de medidas que incluye:
Suspender de manera definitiva ese incremento anunciado para el año 2006.
Revisar el factor de costo por demanda que en muchos establecimiento representa, entre el 30%, 40%, hasta 50% del costo total del recibo de la energía eléctrica. "Estamos pagando por lo que no consumimos", dijo.
Establecer los topes, máximos anuales y fijar incrementos razonables, frente al mercado internacional en todos estos costos de la energía eléctrica.
Permitir estimular y lograr la entrada al mercado eléctrico panameño de nuevas compañías de generación con énfasis en hidroeléctricas y de nuevas empresas de distribución.
El turismo en cifras detalla que en los últimos 10 años se han invertido B/.800 millones, con generación de empleos de más de 100 mil trabajadores y aportes a la economía que suman B/.900 millones.