Al menos 20 personas han muerto en el accidente que se produjo ayer en la ciudad polaca de Katowice, donde se derrumbó el techo del Centro Internacional de Exposiciones sepultando a varios cientos de personas, según los últimos datos facilitados por las autoridades.
La jefatura del operativo de rescate informó que, entre las víctimas mortales hay varios niños.
Por su parte, la oficina de prensa del gobernador de la provincia de Katowice dijo que entre los heridos en el accidente hay varios extranjeros, aunque no precisó la nacionalidad.
La misma fuente aseguró que todos los datos serán suministrados en las próximas horas, cuando se elabore la lista definitiva de heridos atendidos en los hospitales.
Los equipos que continúan la operación de rescate estiman que debajo de los escombros hay atrapadas al menos varias decenas de personas.
En la operación de socorro participan unos 600 bomberos y policías, dos destacamentos de la gendarmería militar, numerosas brigadas del servicio de socorro de las minas de carbón de la región y grupos especializados en la búsqueda de personas sepultadas en terremotos, auxiliados por perros amaestrados.
La policía y los bomberos siguen trabajando sin descanso en la retirada de los escombros y la búsqueda de víctimas sepultadas por los restos del techo de la nave que, según los expertos, se derrumbó bajo el peso de la nieve que lo cubría.
Los responsables de la operación afirman que seguramente terminarán el rescate de las personas sepultadas hoy.
Con algunas de las personas enterradas los bomberos y policías se mantienen en contacto gracias a los teléfonos móviles que resultan de gran ayuda para localizarles. El gran enemigo de la operación de rescate es el frío, ya que la temperatura que impera en Katowice actualmente es de 15 grados bajo cero.
Los bomberos también se valieron de gatos hidráulicos para estabilizar algunas de las vigas del edificio, con el fin de evitar más derrumbes.