Los chinos celebran hoy su año lunar 4703, el "Año del Perro", un animal que representa la lealtad y la justicia, y que ha pasado de los menús más polémicos a convertirse en un símbolo de estatus económico.
El peligro de epidemias y enfermedades no aparece como una de las amenazas de este año, pero que sí estará marcado por conflictos violentos creados por los hombres, por lo que se impone una diplomacia, pero basada en la imparcialidad y la justicia, y no en imposiciones o engaños.
En el plano personal, la influencia del perro tiene aspectos positivos y negativos, y en este año exigente los esfuerzos aislados no darán fruto y no podrán evitarse los conflictos, sobre todo en las relaciones interpersonales.
Será un año duro, sin lugar para las falsedades y los preciosismos, un periodo para retornar a las raíces, a los principios.
Los países del sur tendrán conflictos con los del norte. No es un buen año para las naciones de Latinoamérica, Africa, Oceanía y el Sudeste Asiático, pero las fuerzas negativas se pueden contrarrestar con un renovado esfuerzo.
Los demagogos políticos tendrán un mal año y se enfrentarán a resistencias y violencias, porque en este período que empieza es necesario andar con esfuerzos y consistencia y no con palabrerías, apunta el adivino.
Las tensiones sociales pueden recrudecerse también los cambios políticos y la llegada de líderes jóvenes al poder, pero los cambios tenderán a ser positivos para la mayoría, según las fuerzas que operan este año.
Los nacidos bajo los signos del dragón (1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000), gallo (1945, 1957, 1969, 1981, 1993, 2005), oveja (1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003) y perro (1946, 1958, 1970, 1982, 1994, 2006) afrontarán fuerzas negativas.
A los dragones les esperan cambios de trabajo o residencia y no deben iniciar empresas nuevas; las ovejas experimentarán cambios drásticos, tensiones familiares y amorosas, además de dificultades para ganar dinero.
Los gallos lo tienen todo en contra, habrá dinero y será un buen año para los negocios y la salud.
Los signos con más suerte en el año del perro son la liebre (1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999), el caballo (1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002) y el tigre (1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998).
La liebre ha pasado un mal año y ahora tendrá un respiro, aunque le esperan cambios drásticos, más gastos que ganancias y tensiones laborales y familiares.
El caballo se enfrentará a contradicciones, pero hay perspectivas de triunfos profesionales y separaciones cortas.
El tigre tendrá la protección de personas influyentes, el peligro de agotamiento y enfermedades, y la posibilidad de lograr sus deseos con esfuerzo.
La serpiente (1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001) dispondrá de oportunidades y negocios, prosperidad económica y viajes, mientras el mono (1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004) tendrá un año difícil, con muchos imprevistos y peligro de rupturas amorosas.
Al jabalí (1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007) le espera mucho trabajo y responsabilidad, con peligro de dispersión e imprevistos, que podrán superarse con esfuerzo.
El ratón (1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996) tendrá problemas en sus asuntos personales y deberá actuar con gran prudencia, mientras el buey (1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997) enfrentará desafíos grandes, pero con paciencia verá disminuir sus dificultades.
En el sistema del calendario chino, el par de animales y elementos que representan al año, sigue un ciclo de 60 años, por lo que el último año del perro de fuego fue en 1946.
Ese año se produjeron tensiones y cambios decisivos a nivel mundial, tales como la creación de la ONU, la independencia de Filipinas de Estados Unidos, la proclamación de la República en Italia, el inicio de la Cuarta República en Francia y la condena de los criminales de guerra en el juicio de Nuremberg.
El emperador Huang Ti introdujo el primer ciclo del zodíaco de acuerdo con el año lunar en el 2600 antes de Cristo.
Los chinos celebran comiendo el "yu sheng" (ensalada de pescado crudo), que simboliza la prosperidad. La "torta de los ocho tesoros", hecha de arroz, nueces y frutos secos seleccionados por su color para semejar joyas, es otra especialidad.
En los viejos tiempos, los chinos realizaban festivales de Año Nuevo en los templos, con equilibristas, acróbatas, narradores orales y forzudos. Los niños se vestían de rojo para ahuyentar a los malos espíritus.
La colonia china en Panamá bailará el largo y colorido dragón y los vistosos leones como rito para alejar el mal encarnado por Nien, bestia mitológica que se comía a las personas la víspera del Año Nuevo, y a la que también se ahuyenta lanzando petardos y encendiendo una linterna, acto con el que tradicionalmente concluyen las festividades. ¡Xin Nian Kuaile! (¡Feliz año nuevo!) podrá escucharse en el Barrio Chino, cerca de la Avenida B.