Obispo oficia misa con escolta armado
Bogotá
AFP
Protegido por un escolta armado, el obispo católico de la ciudad colombina de Ocaña (noreste), monseñor Jorge Enrique Lozano, oficia cada noche la misa en la catedral de Santa Ana, pese a que pocos feligreses acuden al servicio religioso por temor, según reveló el diario El Tiempo de Bogotá. Esta situación se debe a que el prelado se encuentra amenazado desde hace dos años por la guerrilla izquierdista del Ejército Popular de Liberación (EPL), precisó el diario, que publicó una crónica sobre la situación del obispo. El comandate "Manuel" de ese pequeño grupo insurgente que opera en esa zona del país, acusó al obispo de ser "auxiliador" de los grupos paramilitares de extrema derecha y le "ordenó" abandonar la población, localizada en el departamento de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, recordó el informe. Pese a la amenaza, el obispo continúa realizando su labor pastoral en Ocaña, aunque bajo el cuidado del agente de policía que vestido de paisano lo sigue a todas partes, incluso en el oficio religioso que todas las noches celebra en la catedral. El Tiempo describe que "extrañamente todas las primeras filas de la iglesia están vacías.La gente se acomoda de la séptima banca para atrás. La única persona que se ubica adelante es un hombre mediano, serio, normal. Su singular particularidad es que debajo de sus ropas lleva un arma corta".Este hombre es el escolta del obispo. Pese a la amenaza guerrillera, que fue reiterada en agosto pasado, agrega el diario, ni la Conferencia Episcopal Colombiana ni el nuncio apostólico en Colombia han tomado la decisión de trasladar al clérigo. Según declaró al diario monseñor Leonel Pineda, vicario de la pastoral social de la curia de Ocaña, "la decisión (de trasladar a Lozano) es difícil porque la iglesia no puede dejar que los subversivos la manipulen y pongan y quiten sacerdotes".
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Según declaró al diario monseñor Leonel Pineda, vicario de la pastoral social de la curia de Ocaña, "la decisión (de trasladar a Lozano) es difícil porque la iglesia no puede dejar que los subversivos la manipulen y pongan y quiten sacerdotes".
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