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En la foto de arriba, la esposa del hoy occiso, la primera a la derecha, en compañía de familiares del difunto. Abajo, la madre de Duncan, abatida por el dolor. Fotos / Batista  |
Duncan trabajaba de obrero en la compañía Constructora Rodríguez y había metido "cana" en la cárcel La Joya por el delito de robo a mano armada.
Una residente del lugar -quien llegó en el momento del suceso- manifestó que la Policía primero quería dispararle a su hijo, un menor de 17 años, y luego intentaron llevárselo. Su hijo-dijo- está recién operado por haber recibido un impacto de bala, dijo la moradora.
La madre del hoy occiso, dijo que él estaba tirado en la cuneta, donde cayó después de los impactos de bala y la gente trató de llevarlo al hospital, pero los policías decían:"Nadie se mueve".
Todavía estaba vivo, respiraba y la cabeza la movía, pero demoraron mucho para llevarlo en la patrulla 1265 al Hospital de San Miguelito, contó la madre de "Pinchi", quien no paraba de llorar.
Para la cónyuge de José Duncan, Diana Berrío, de 33 años, los policías no tenían motivos para matarlo porque él no tenía arma de fuego, sino, su amigo "Brando".
Los balazos que recibió "Pinchi" le perforaron el tórax, varias costillas y una de las balas también impactó en el antebrazo derecho, explicó la señora Gisela Raquel Aponte, madre de Duncan, quien vio su cadáver en la morgue. |