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Powell (der) habla a los medios antes de salir hacia Georgia.  |
La admisión del secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, de que la presencia de armas de destrucción masiva en Irak es una "cuestión abierta", alimenta una polémica que puede tener repercusiones en la campaña electoral estadounidense.
Powell indicó que la respuesta a la pregunta de si existen o no esas armas "es que todavía no sabemos".
Corresponde a los inspectores de armas en Irak determinar si esos arsenales existen o no, dónde han ido a parar si existían y, si alguna vez existieron, por qué no se sabía antes de la guerra, explicó.
Según él, los servicios secretos de EEUU habían estado en lo cierto al apuntar la intención del régimen de Sadam Husein de producir armas no convencionales. No obstante, matizó que "teníamos preguntas que necesitábamos aclarar".
"¿Qué había? ¿Cien toneladas, quinientas toneladas, o cero toneladas? ¿Había tantos litros de ántrax, diez veces esa cantidad, o no había nada?", se preguntó.
El 4 de febrero se cumplirá un año de la comparecencia de Powell ante la ONU para presentar lo que, según Washington, constituían pruebas contundentes sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak.
500 TONELADAS DE QUIMICOS
El secretario de Estado norteamericano acusó a Irak de poseer entre cien y 500 toneladas de agentes químicos.
Sus nuevas declaraciones representan una concesión significativa con respecto a la línea oficial del Gobierno de EEUU, que sigue insistiendo -aunque cada vez con menor énfasis- en que tarde o temprano las armas se acabarán encontrando. |