En una bóveda fría y oscura quedó el féretro con el cuerpo de Eric Alexis Batista en el cementerio de Vista Alegre, en Arraiján, al mediodía de ayer, lunes.
El muchacho tenía 17 años, y hoy, martes, estaría gozando de su segundo día de libertad si no se hubiera convertido en la primera víctima fatal del incendio confuso ocurrido en el Centro de Cumplimiento, en Tocumen, el 9 de enero.
De los siete jóvenes que sufrieron quemaduras severas, Batista fue el primero en morir y a él le siguieron otros tres con pocos días de diferencia.
El funeral estuvo cargado de dolor e impotencia manifestada por parte de los deudos. El llanto adolorido de uno de los hermanos de la víctima quebró el débil ánimo de los presentes. "¿Por qué, Dios mío, por qué mi 'brother' (hermano)?", preguntaba una y otra vez mientras sostenía el retrato de Eric Alexis y al mismo tiempo contemplaba el ataúd, como aturdido por la cruda realidad.
"Alexito", un espigado muchacho de piel morena, aparentemente era muy conocido en la comunidad, donde nació y creció.
El pastor Manuel Sánchez, de la "Iglesia Evangélica Centro Familiar Cristiano Jesucristo es la Respuesta", en El Valle de El Chumical, intentó dar ánimos a los dolientes inconsolables que atinaron a coincidir en que la muerte del muchacho les duele más por la forma en la que ocurrió.
Los restos del adolescente fueron cargados dentro de un ataúd blanco por los fuertes brazos masculinos de familiares y amigos hacia el cementerio, recorriendo las veredas rústicas que tantas veces transitó en vida, pero esta vez con pasos sin retorno, seguido de un coro cristiano salido de las bocinas de un automóvil que acompañó el cortejo.
El momento cumbre del dolor se registró cuando se depositó el féretro en la bóveda rústica para ser sellada con cemento. Un viento helado y con olor fúnebre se meció en el ambiente arrancando llantos estremecedores de quienes se resistían a aceptar la partida.
LA VICTIMA
Un tío de Eric Alexis Batista confirmó que él obtendría su libertad el 16 de enero, luego de cumplir una condena por posesión ilícita de arma de fuego.
Antonia Rodríguez, una vecina del joven, compartió el recuerdo de que en el patio de su casa hay una hamaca en la cual Eric Alexis pasaba gran parte de su tiempo. Asegura que lo vio nacer, crecer y hasta morir.
La petición de la adolorida familia es que se haga justicia para su ser querido.