Por lo general, los paseos a la playa comienzan con guaro y terminan con guaro. Ya para el momento en que el bus se estaciona, la mitad de los pasajeros está "happy". Y así mismo, al agua.
En estas situaciones, el infortunio ronda. Muchos se ahogan por no estar en sus cinco sentidos cuando se meten al mar. Y como en la mayoría de las situaciones no hay salvavidas cerca, los que terminan yendo a rescatar a los que se ahogan son otros borrachos.
Así como dice el slogan de "Cuando maneje no tome", deberíamos popularizar para esta fecha el siguiente: "Cuando tome, no nade". Nos ahorraríamos mucho luto si lo tomáramos en cuenta.