Un hijo del narcotraficante colombiano Miguel Rodríguez Orejuela, uno de los jefes del cártel de Cali, se entregó a la justicia de Estados Unidos en Panamá y fue enviado a territorio estadounidense, informaron los medios colombianos.
William Rodríguez Abadía se presentó el lunes por la noche ante enviados de EEUU, que buscaba su extradición desde el año 2002, y resolvió entregarse "ante la falta de garantías para el debido proceso en Colombia", declaró su abogado, Jorge Luis Gutiérrez, a la radio colombiana RCN.
El defensor de Rodríguez Abadía indicó que éste se encuentra en Miami (Florida), donde un tribunal lo acusa de narcotráfico y lavado de dinero.
"El no quería seguir huyendo ante la falta de garantías por parte de las autoridades colombianas y por eso se entregó", dijo Gutiérrez, quien subrayó que su cliente no se propone "hacer delaciones" contra capos de las drogas, para salvar su situación.
El jurista acusó a la justicia colombiana de cometer toda clase de errores con tal de extraditar por razones políticas a sus ciudadanos a EEUU.
Agregó que William Rodríguez Abadía sobrevivió a un atentado hace varios años en Cali.
Tanto Miguel Rodríguez Orejuela como su hermano Gilberto, jefes principales del desaparecido cartel de Cali, están presos en EEUU.
IMPERIO ECONOMICO
Los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela formaron un imperio económico después de abrir una modesta farmacia.
En las décadas de los años 70 y 80 adquirieron gran poder en el sector bancario, controlaron equipos deportivos y, según datos oficiales, llegaron a ser uno de los grupos narcotraficantes más grandes del mundo, responsable del 80 por ciento de la droga que llegaba al territorio norteamericano.
La organización financió a numerosos políticos, lo que terminó en 1994 con el llamado "narcoescándalo", que salpicó al entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998), cuya campaña electoral recibió cerca de cinco millones de dólares del cártel de Cali.
Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela fueron detenidos en Cali en 1995 después de una intensa persecución y, aunque habían cumplido gran parte de las penas impuestas, de más de 15 años de prisión, fueron extraditados a EEUU en los años 2004 y 2005, respectivamente.
Gutiérrez explicó que la entrega de William Rodríguez Abadía a las autoridades de EEUU "se hizo con un previo acuerdo", por medio de otro letrado que sirvió de contacto con el Departamento Estadounidense Antidrogas.