Todo indicaba que unos 70 jóvenes aproximadamente aprenderían a subsistir en la selva, pero utilizarían el área conocida como el muelle gallo para llevar a cabo sus prácticas, en varios puntos donde pasarían ríos, y dormirían en el lugar que se les había señalado.
Funcionarios de la Autoridad del Canal de Panamá dijeron que los muchachos estaban utilizando el sector de la Represa, lo que llamó la atención de la seguridad por que las fuertes corrientes lo convierten en un lugar peligroso.
Según las versiones del joven Crescencio Martínez un miembro de la Cruz Roja de Panamá quien vino de apoyo para realizar el cruce de los socorristas, fue el que vio por última vez a Salazar, "tratamos de sacarlo a él y dos jóvenes más, pero la corriente lo arrastró, y no permitió que lo ayudáramos" |