La gente anda asustada y molesta ante la falta de vigilancia en Calle M, Villa Guadalupe, distrito de San Miguelito.
La ola de robos no se soporta en el lugar, donde antes reinaba en parte la tranquilidad y donde sus trabajadores residentes podían conversar tranquilamente en el patio de sus casas.
Esto ya se acabó; los antisociales, especialmente menores de edad, tienen prontuarios policivos peores que el tristemente célebre Dillinger, quien les queda chico.
Los mozalbetes armados con pistolas o cuchillos actúan a toda hora, día y noche, sin respetar dineros, prendas o integridad física de los afectados, quienes claman ante las autoridades a fin de que la Policía haga cumplir como Dios manda, parte de su labor contemplada en la Constitución o Carta Magna: cuidar la honra y bienes de los asociados.
Los antisociales juveniles aprovechan la enorme cantidad de recovecos existentes en el populoso sector, a fin de escapar de las autoridades policiales, en especial cuando culminan sus actividades delictivas.
Los moradores de Calle M, Villa Guadalupe, piden que se redoble la vigilancia en ese sector.