MELBOURNE. Comenzó en una cancha de cricquet de un suburbio humilde, se jugó dos veces en Nueva Zelanda y hasta se desarrolló en un zoológico. ¿?
El Abierto de Australia llega a los 100 años en el 2005, un logro importante para un torneo de tenis que se reinventó a sí mismo varias veces mientras peleaba para cimentar su posición como el cuarto Grand Slam del tenis.
Señalado en la actualidad como el "Grand Slam de Asia y el Pacífico", el torneo comenzó en el 2005 como el Campeonato de "Australasia", poco después que los dirigentes de Australia y Nueva Zelanda formaron la Asociación de Tenis sobre Césped de Australasia.
Diecisiete hombres (las mujeres comenzaron a competir recién en 1922), participaron del torneo inaugural en el Warehouseman's Cricquet Ground en Albert Park, Melbourne.
El representante del Melbourne Cricquet Club, Rodney Heath, derrotó al médico Arthur Curtis, de Adelaida, por 4-6, 6-3, 6-4 y 6-4 en la final frente a alrededor de 5,000 espectadores.
Un siglo después, el Abierto es el mayor evento deportivo de Australia y atrae a alrededor de 500,000 simpatizantes por dos semanas cada año en Melbourne.
Mientras la competencia celebra el año de su centenario, el torneo que se disputará a partir de hoy y hasta el 30 de enero marcará la edición 93.
Por las dos guerras mundiales, el mismo no se celebró entre 1916 y 1918, y entre 1941 y 1945.
Federer y las rusas...
Roger Federer y las jugadoras rusas, vencedores de tres de los cuatro torneos mayores la temporada pasada, esperan poder realizar, con el Abierto de Australia de tenis, la primera etapa de un Gran Slam histórico en el 2005.
El suizo posee un enorme margen de maniobra sobre el resto de los competidores y las condiciones parecen reunidas para que el restringido club de ganadores de los cuatro torneos mayores el mismo año se enriquezca con un tercer miembro.
Entre las mujeres, las rusas Anastasia Myskina, Maria Sharapova, Svetlana Kuznetsova y Elena Dementieva, serán las grandes protagonistas a partir de hoy, lunes, en el mejor tenis del mundo. Arranca lo bueno...¡!