La pretemporada programada en Estados Unidos por la selección guatemalteca se realiza a escondidas del Sol... al parecer, el astro rey está de vacaciones en el "coloso" del norte, ya que desde hace varios días el frío y la lluvia han golpeado la ciudad de California.
Aunque la ausencia caprichosa del Sol no ha sido obstáculo para los chapines, quienes cada día intensifican su preparación de cara al compromiso que sostendrán el miércoles de ceniza ante Panamá, rumbo al mundial de Alemania 2006.
“En el trabajo táctico, le dio énfasis al aspecto defensivo, en cuanto a buscar la recuperación de la pelota", señaló el "Primitivo" Maradiaga, quien añadió además que "también busca que los jugadores tengan buena técnica al entregar la pelota con precisión y saber resolver situaciones complicadas en espacios reducidos cuando se tiene presión”.
Por varios días los 27 seleccionados chapines han tenido que soportar bajas temperaturas hasta de 5 grados.
JORNADAS DE TRABAJO
La preparación chapina incluye pruebas físicas, las cuales varían cada día y tienen como objetivo primordial medir la capacidad cardiovascular, alternando los ejercicios y las sesiones de entrenamientos en varias jornadas.
En la primera, los chapines inician con el calentamiento y cuatro vueltas a la pista, al mediodía se realizan trabajos en el gimnasio del hotel donde está hospedado el equipo y en la noche actividad con el motivador Abel Salas.
EJERCICIOS
Maradiaga no deja nada al azar, y se toma el compromiso contra Panamá muy en serio, por lo que busca hacer que el grupo haga énfasis en el juego aéreo.
Mejorar el salto en el cabezazo defensivo, espacios reducidos y definición, son los aspectos que el cuerpo técnico busca mejorar en una de las canchas en el Colegio de Oxnard.
Al final de la práctica del juego aéreo se chequea el ritmo cardiaco para observar la capacidad de recuperación de los seleccionados.
El motivador Salas inicia con una oración los ejercicios que pide para fortalecer el espíritu de lucha y solidaridad. El ejercicio consiste en abrazarse entre sí y decirse frases positivas.
Durante los entrenamientos diarios, los convocados que fallen en las jugadas de precisión en el pase, son castigados con 10 pechadas, lo que provoca palabras de apoyo de los compañeros. ¡Esos son!
¡Los chapines!