El panameño si no la gana la empata. Cuántas veces no hemos escuchado en las calles este viejo pregón que la mayoría de las veces es para darnos golpes de pecho y decir que somos los más vivos del planeta.
Parece que existen más gorilas que quieren hacerse los "Pinki Cerebro" para evadir las nuevas reglas del juego en materia fiscal, específicamente al tema relacionado con el cobro de impuesto al gasto de representación.
Si hubo ingenio para cambiarle el nombre a las cantinas porque la comunidad las rechazaba, por qué no hacerlo para esto, se preguntan los carilimpios.
Recuerdan que ahora los centros para beber licor son conocidos como parrilladas, refresquería, tabernas, cevicherías, cafés, fondas y quién sabe qué otro nombre más.
Los malos panameños están craneando nuevos nombres para los gastos de representación. Algunos quieren llamarle gastos de gasolina, dieta, premio por productividad, reembolso, gastos varios, gastos por viaje, aporte por calamidad, etc...siga inventando más nombres usted.
Las reformas aún no han entrado a la Asamblea cuando ya hay más de cuatro inventando cómo "chifear" al fisco.
Si usted es un buen panameño debe evitar que estos pensamientos sobrevuelen su mente para buscar mecanismos para cometer algún tipo de defraudación fiscal.
La propuesta del gobierno no está escrita en piedra y lo cierto es que se hará consultas en todos los niveles. Ojalá se tome en cuenta este tipo de viveza que pretenden aplicar algunas personas.
Ser un buen panameño no es sólo querer al país, es también aportar ideas sanas que ayuden a salir de la crisis que se plantea a futuro. Lo mejor del caso es aceptar los cambios, pero esperando que éstos reflejen plenamente un carácter de equidad, de lo contrario, no valdría la pena que descuenten más plata a la gente.