 |
Las batallas que una vez peleó ahora parecen distantes y fútiles  |
El capitán Nathan Algren (TOM CRUISE) es un hombre perdido. Las batallas que una vez peleó ahora parecen distantes y fútiles. En una época arriesgaba su vida por el honor y la patria, pero el mundo ha cambiado en los años posteriores a la Guerra Civil Americana. El pragmatismo ha reemplazado la valentía, el interés propio ha tomado el lugar del sacrificio, y el honor ha desaparecido - en especial en el Oeste, donde su papel en las campañas de guerra contra los Indias americanos acabó en desilusión y pesadumbre.
En algún lugar de las planicies inexorables cerca de la ribera del río Washita, Algren perdió su alma.
A un universo de distancia, otro soldado ve cómo su estilo de vida se está por desintegrar. Él es Katsumoto (KEN WATANABE), el último líder de una antiquísima estirpe de guerreros, los venerados Samurai, que dedicaban sus vidas a servir al emperador y a la nación. Tal como la vida moderna ha invadido el Oeste americano, también ha inundado el Japón tradicional. Los ferrocarriles que trajeron el progreso ahora amenazan los valores Samurai.
SIN RENDIRSE
Los caminos de estos dos guerreros convergen cuando el joven emperador del Japón, hechizado por los intereses americanos que codician el creciente mercado japonés, contrata a Algren para entrenar el primer ejército moderno de conscriptos del Japón. Pero mientras los asesores del emperador tratan de erradicar a los Samurai para prepararse para un gobierno más occidentalizado y propicio para el intercambio comercial, Algren se ve inesperadamente impresionado e influenciado por sus encuentros con los Samurai. Sus convicciones poderosas le recuerdan al hombre que alguna vez fue.
Arrojado a un territorio duro y desconocido, con su vida, y tal vez más importante, su alma, en la balanza, el angustiado soldado americano se encuentra en el centro de una lucha violenta y épica entre dos eras y dos mundos y sólo cuenta con su sentido del honor para guiarlo.
¿Y PARA CRUISE QUE ES?
Para Cruise, la interacción con el elenco japonés ayudó a darle vida a algunos de los textos que había estado estudiando. "Cuando hablas con la gente sobre su cultura, te abren la puerta a ella y te dan sus propias opiniones personales sobre la historia", reconoce. "Es algo que va más allá de lo que uno puede leer en un libro". |