CUARTILLAS
Razones
Milciades A. Ortiz Jr.
Luego de escribir sobre los
mentirones que dicen los políticos, y que algunos panameños
se les creen enterecitos, me quedé con la curiosidad periodística
de saber por qué ocurre ese fenómeno.
Decidí preguntarle a gente que supongo sabe alguna respuesta,
y comencé por el Cholito Mesero del viejo café de Santana.
Conociendo su personalidad interesada en propinas, me senté, pedí
un té y le di una buena propina, antes de preguntarle.
"Cholito, ¿por qué crees que la gente le hace caso
a los mentirones que dicen los políticos?".
"Bueno, primero porque lo que sobra en Panamá es gente boba,
por no decir otra palabra que usted, no puede publicar en su periódico.
Además, a muchos les conviene, de una manera u otra, creerse los
cuentos de los políticos, porque le sacan provecho.
No quiso explicar más sus palabras el Cholito Mesero y me fui
a la mesa bochinchosa, donde el Político medio reído, dijo;
"Como Ud. bien lo indicó, parece que los políticos tienen
licencia para mentir. Algunos (si no todos), piensan como Maquiavelo que
el fin justifica los medios, y por eso mienten con tal de conseguir el voto".
Tampoco me aclaró el asunto esta respuesta, así que pregunté
con cierta malicia al del PRD, quien como si dictara una clase, contestó:
"En verdad que no puedo responderle, señor periodista, porque
en el PRD no hay políticos que digan mentiras".
Yo abrí la boca con asombro, mientras que otros parroquianos de
la mesa bochinchosa se rieron a mandíbula batiente. Como ya se había
formado un relajo con este asunto, me fui al Parque de los Aburridos.
El gordo Tamboril se sobó un poco la enorme panza y chasqueando
los labios dijo que "cuando se quiere algo, para ciertas personas no
hay nada que los ataje. Por eso muchos políticos mienten y allá
los alelados que le hacen caso".
Mientras se rascaba la cabeza, el flaco "Cojinoa" medio reído
dijo que la gente mentía, "porque eso es algo muy viejo, ya
que la primera gran mentira la dijo Caín cuando Dios le preguntó
por su hermano Abel".
"Pero hay gente que no miente", riposté de inmediato,
a lo que el ex pescador de Puerto Caimito aclaró riéndose:
"Sí, pero esos no se meten a ¡políticos!".
Miré a la gorda de "La Panga", quien saboreaba un pedazo
de hojaldre que había quedado en la paila de aceite hirviendo. Poniéndose
las manos en la cintura, en tono burlón señaló:
"No me venga con preguntas enredadas, de esas que llaman filosóficas.
La gente miente porque no tiene miedo a Dios y no es honesta. Y como la
política es algo sucio, no es de extrañar que muchos ganen
un puesto diciendo mentirones".
En verdad, quedé preocupado como periodista sobre esta encuesta
informal que hice. Noté que hay mala imagen de los políticos,
a quienes muchos panameños consideran que son lo mismo que mentirosos.
Debo advertir que mentiras la puede decir cualquier panameño,
sea político o no. Pero en la gente común y corriente, el
asunto no llama la atención, porque tal vez no hace daño ni
es público.
Pensando en esto me pregunté: "¿qué se puede
esperar de la próxima campaña electoral"?. ¿Una
sarta de mentiras para conseguir el voto?".
Luego moví la cabeza en señal afirmativa, al recordar lo
que me dijo el Cholito Mesero de que algunos sacan provecho creyendo las
mentiras. Creo que serán los eternos "cepillos", la "rosca"
que pulula alrededor de los que mandan, quienes logran un favor político
a cambio de creer los mentirones.
Pero, me asaltó otra duda: ¿Será verdad que esa
gente cree las mentiras, o solamente aparenta creer para su beneficio?
Al final, ¿"qué culpa tiene la estaca, si el sapo
salta y se ensarta", como dicen en Cermeño?.
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