La confirmación de un segundo caso de fiebre amarilla en Brasil aumentó el temor de los brasileños por contraer la mortal enfermedad y la búsqueda por la vacuna se trasladó a ciudades lejanas de la zona de riesgo.
El Ministerio de Salud anunció el viernes que una mujer en Sao Paulo, con síntomas de la enfermedad tropical e internada en el Hospital Sao Luiz, efectivamente padece de fiebre amarilla.
La situación llevó a que ayer centenares de personas se acercaran a los puestos públicos de salud de la capital paulista, a pesar de la advertencia de las autoridades sanitarias para evitar que la población que no necesita de la vacuna se aplique la dosis.
La vacuna, según el Gobierno, debe ser aplicada apenas en los lugares donde está el foco de la enfermedad, como es la zona rural de las regiones Norte (Amazonía), Centro-oeste y parte del Nordeste y Sudeste.