Han pasado cinco años y por fin familiares de un niño que fue asesinado encontraron justicia. Los dos campesinos sindicados por el asesinato del menor fueron condenados por la Corte Suprema de Justicia.
El caso de Eliécer Joel Lorenzo Martínez, un niño de año y medio conmocionó a todo el país. En la apartada comunidad de Atré en el norte de Penonomé, él desapareció y a pesar de la búsqueda, un mes después solo encontraron su osamenta.
La sala segunda de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia condenó a siete años de prisión a Ignacio López Rodríguez, (a) Nacho López, y a José Leoncio Alonso Morán (a) León, por el homicidio en contra del menor Eliécer Joel Lorenzo Martínez, un niño de año y medio que desapareció y fue asesinado de forma macabra supuestamente para ritos satánicos.
LOS HECHOS
El pasado 7 de enero del 2003, un menor de un año y medio desapareció de manera misteriosa. Se trataba de Eliécer Joel Lorenzo Martínez, conocido por sus padres como Joelito. La última vez que sus padres lo vieron fue cuando se dirigía a casa de su prima y de su tío político.
A pesar de la búsqueda, el menor no aparecía y había versiones que confundían a las autoridades. Un mes después encontraron una osamenta en un potrero de la comunidad de la martillada a una hora de camino de Atré, donde se perdió el menor.
Los padres del niño reconocieron la osamenta por el suetercito que correspondía al niño, mientras que iniciaron pesquisas en diferentes residencias. Hubo interrogatorios de toda la familia, entre ellos Ignacio López, el tío político del menor, y que ahora es condenado por el horrendo crimen.
El tío político del menor y un supuesto brujo indicaban que los "duendes" eran los que se habían llevado al menor porque querían desviar la atención de familiares y autoridades; sin embargo, allí empezó una nueva investigación que hacía muy sospechosos al brujo "León" y al tío Ignacio.
Las investigaciones y pesquisas arrojaron que en casa del brujo en efecto habían libros de oraciones para la realización de ritos satánicos, ofrecimientos y brujerías. Había material sospechoso y aunque no se comprobó si la sangre que estaba entre algunas cosas del brujo era de Joelito, sí se comprobó que el brujo se dedicaba a esta mala práctica.
Aparentemente él y su cómplice, el tío del niño, lo asesinaron para tomar su sangre y así ellos en un rito al demonio obtener más juventud.
El abogado de los padres del niño, Rolando Rodríguez, dio a conocer en el juicio la clase de ritos y brujerías a las que supuestamente se dedicaba el brujo y aseguró que producto de la ignorancia de estas personas en creer en estas supersticiones acabaron con la vida de un menor inocente que no alcanzó a defenderse.
En el 2006 se llamó a juicio al brujo y al tío del menor. Sin embargo, estos fueron absueltos por el Tribunal Superior de Coclé y Veraguas. Decisión que fue apelada por el abogado de los padres del menor porque consideraba que estos dos sujetos eran responsables del crimen por creer en brujerías y ofrecieron la sangre del menor.
Hace unos días y después de cinco años, la Sala Segunda de lo penal de la Corte Suprema de Justicia falló y condenó a siete años de prisión al brujo León, al igual que siete años de prisión al tío del menor Ignacio López.
La DIIP de Coclé logró la captura de estos dos sujetos que se encontraban en la comunidad de Guabal en el norte de Penonomé, haciendo una vida normal después de que el tribunal de Coclé los había declarado inocentes. Ahora están en la cárcel de Penonomé.
Los padres de Joelito se encuentran en La Chorrera haciendo una nueva vida, alejados de todo el horror que vivieron con la misteriosa desaparición y cruel muerte de Joelito, un angelito que nunca pudo defenderse de la maldad de quienes creyeron en la brujería y en el poder del demonio.