El gobierno convocó a la oposición para abordar la mini-crisis que generó la renuncia del ministro Laurentino Cortizo al proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), que se adelanta con Estados Unidos.
El encuentro fue aprovechado por los adversarios políticos de la alianza Patria Nueva para cuestionar lo que consideran secretismo del gobierno en el manejo de temas de Estado.
De salida reclamaron que el Ejecutivo renuncie a las facultades extraordinarias que le concedió la Asamblea Nacional de Diputados para legislar mediante Decretos-Leyes, sobre diversos temas, uno de ellos relativos a la creación de un Fondo Especial con parte de los aportes que hace la administración de la vía acuática.
Por enésima vez, el gobierno peca de hacer las consultas y explicaciones, después que se generan las crisis. Sucedió con la reforma fiscal y luego con las modificaciones a la ley del Seguro Social.
Si bien es cierto que con las negociaciones del TLC se han sumado a las fuerzas políticas y a los sectores de la economía, la realidad que a veces no se divulgan los aspectos que pueden ser sensitivos, luego estallan los problemas y el gobierno debe adoptar la política del bombero: salir a extinguir los incendios, en vez de evitarlos.
El gobierno debe entender que mientras mayor transparencia exista en los temas que integran la agenda nacional, será más fácil adoptar posiciones con el mayor consenso posible, tendientes a lograr el beneficio colectivo.