Con un beso y deseos de éxitos en cada una de las funciones que realizan, la procuradora Ana Matilde Gómez y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) sellaron sus deseos por una expedita justicia en el país.
Las contradicciones entre ambas instituciones acrecentaron a fines del año pasado con la disputa que se dio con la aprobación de la llamada "Ley Jácome", la cual dio poderes al Ministerio Público para nombrar y destituir al director de la PTJ.
Ayer, entre ambas todo era sonrisas. Más aún cuando Dixón presentó el informe "La justicia rinde cuentas".
En el mismo se conoció que la CSJ ejecutó un 98% de su presupuesto general para el 2006, lo que según su presidenta Graciela Dixon, es positivo para la muy cuestionada administración de justicia en el país.
Dixon defendió la labor que ha hecho cada uno de los integrantes de este �rgano del Estado, el cual tiene como punto en contra la mala calificación que le ha dado gran parte de la sociedad en las últimas encuestas.
Pero ello no le roba el sueño a Dixon, y a pesar de las fuertes críticas que se han hecho al problema de la "mora judicial", la abogada sostuvo en su rendición de cuentas que se ha logrado mejorar la imagen institucional y la percepción popular que se tiene de la CSJ.
Para Dixon, la relación institución-prensa ha sido positiva, ya que a permitido que los comunicadores tengan acceso a la información sin mayores contratiempos.