Los líderes mundiales se comprometieron a trabajar en forma más estrecha para ayudar a las víctimas del peor desastre natural que se recuerde, mientras que los expertos advirtieron que el saldo de muertos del maremoto aumentará.
"Lo que pasó el 26 de diciembre del 2004 no tiene precedentes, es una catástrofe mundial. Requiere una respuesta sin precedentes y global", afirmó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en la cumbre de emergencia que se realizó en la capital de Indonesia para enfrentar las consecuencias del tsunami.
Hasta ahora, los compromisos de aportes de todo el mundo ascienden a más de 4 mil millones de dólares, que se destinarían a ayudar a las víctimas del desastre.