Al principio fue mascota. Una mascotita muy querida para Susana Bajinsky de Nueva York. Si otros tienen de mascota perritos, gatos, tortugas y canarios, ella podía tener la suya. Y Susana compró un lobito recién nacido para que jugara con sus niños. Pero el lobito creció y se hizo lobezno, y el lobezno, lobato, y el lobato se hizo adulto, y fue lobo. Lobo con toda la naturaleza salvaje de su raza.
Un día de mayo de 1989, el lobo mostró su saña y clavó sus dientes en la cabecita de Timothy, un hijito de dos años de Susana. El niño no murió, pero quedó desfigurado de por vida.
¿A quién se le ocurre criar un lobo en su casa? Gente que ignora la naturaleza indomable de los animales salvajes. El león, la pantera, el tigre, el lobo, siguen siendo fieras aunque los alimenten con leche. Un día sacan los dientes o las garras, y los clavan en algún ser humano. El lobito de Susana era muy lindo y juguetón cuando tenía tres semanas de nacido. Pero cuando fue lobo de tres años, era una bestia, y el lobo había crecido y era grande, y era fuerte, y era salvaje como son siempre los lobos, y reviviendo de pronto sus instintos ancestrales, se lanzó sobre el pequeño en busca de sangre.
Así pasa también con nuestras costumbres. Al principio son como lobitos o tigritos juguetones. Divierten y entretienen hasta que crecen y se vuelven vicios dominantes.
Lo mismo sucede con las antipatías. Al principio son un pequeño resquemor, un sentimiento contra otra persona, no sabemos por qué. Un "ese me cae mal", como decimos. Más tarde esa antipatía se convierte en un odio insensato, incontrolable.
Las cosas malas tienen la tendencia a crecer -como las zarzas, como el cáncer-, y cuando crecen, matan. Desde el día en que Adán y Eva pecaron e introdujeron en la raza humana la ley del pecado y de la muerte, las cosas negativas, las cosas perniciosas y malas, siempre crecen.
Pero hay una manera de detener ese crecimiento, por lo menos en nuestra persona. Es por medio de Jesucristo, cuando hacemos de Él el Señor, el Salvador y el dueño de nuestra vida. |