Que un hombre diga palabras obscenas está mal, pero cuando se trata de una dama, el asunto se transforma en horrible.
Toda mujer debe ocupar su lugar.
La vulgaridad debería estar prohibida para ella. Es cierto que a veces el estrés laboral o frente a un determinado problema, provoca lanzar una que otra palabrota para descargar la emoción.
Sin embargo, eso reduce de categoría a toda chica. De que vale que seas una mujer bonita, si de tu boca salen sapos y culebras cada vez que hablas.
El que escribe este creo es uno de los tipos más boquisucios que pueden haber. Reconozco que es un defecto y trató de remediarlo. No es fácil, pero lo intento.
En fin, soy un experto en la materia, por eso les digo a las mujeres que supriman de su vocabulario las palabras vulgares. Si sientes que estás a punto de explotar cuenta mentalmente hasta diez y luego sonríe. Así te verás más bonita y los hombres te apreciarán aún más. |