Gregorio Magallón, un ciudadano entre los 50 y 60 años, fue sorprendido por la muerte cuando se dirigía a su trabajo la madrugada de ayer, viernes.
Magallón estaba en la parada de Villa Cáceres, en Arraiján, alrededor de las 4: 30 A.M., cuando aparentemente le dio un ataque al corazón en los momentos en que pretendía abordar un bus de Burunga.
Se informó que el conductor se alejó ignorando el padecimiento del hombre que cayó en el pavimento. Personas en la parada intentaron auxiliarlo y avisaron a la familia.
Tres hijas se hicieron presentes para dejar al descubierto el hondo dolor. El cuerpo fue levantado cerca de las 6: 00 de la mañana.