Los extractores de filtro, que se encuentran en el mercado son aparatos seguros, pero no está de más adoptar una serie de reglas para evitar problemas.
Es preciso lavar o sustituir regularmente el filtro antigrasa. También hay que limpiar bien las paredes de la campana: funcionará mejor y será menos inflamable.
Antes de proceder a la limpieza hay que desconectar el cable de alimentación eléctrica.
El hecho de instalar en las cocinas campanas extractoras, que mueven gran cantidad de aire, puede hacer que si no hay una entrada suficiente, se produzca un retorno a la cocina de los gases de combustión, por ejemplo, de las calderas o los calentadores de circuito abierto, con el consiguiente riesgo. Esto se puede paliar agrandando la sección de ventilación. |