La lucha por la vida que por más de 12 días libró el busero Erick Javier Parra, de 34 años, llegó a su fin.
El hombre perdió la batalla que comenzó justo la víspera de Noche Buena, cuando un grupo de facinerosos se subió al bus de la ruta Tocumen-Transístmica, para robarle.
Parra, conductor del bus 8B-736, que lleva el nombre de "New Pentecostal", recibió un impacto de bala en la cara, lo que lo mantuvo en estado de coma en el Hospital Santo Tomás por casi dos semanas.
A lo largo de estos días, los familiares del malogrado conductor no habían perdido la esperanza de que un milagro les permitiera recuperar a este profesional del volante que se suma a la lista de víctimas de la delincuencia en Panamá.
El hoy occiso deja en la orfandad a cuatro hijos, quienes deberán ahora aprender a convivir sin un padre que los apoye.
Pero la muerte de Parra no sólo ha afectado a los familiares cercanos, sino que ha encendido los ánimos de sus compañeros de piquera que han dejado sentir su inconformidad a través de una protesta simbólica.
Los conductores de Tocumen amenazan con paralizar el servicio a partir de la próxima semana si las autoridades no les busca remedio al problema de inseguridad que viven a diario.
Hace una semana, los conductores de la ruta de Pedregal paralizaron el servicio por varias horas, y sólo reanudaron las labores cuando las autoridades se comprometieron a buscar soluciones.
ESTADISTICAS: 4 EN 2008
A 4 días del nuevo 2008, 4 personas han muerto en manos de la delincuencia. Parra es el primer conductor que fallece en el año.