Ricardo Meza, de 15 años, fue víctima de la violencia.
El menor se había trasladado desde el corregimiento de María Chiquita, en Colón, para visitar a unos familiares y amigos cuando lo asesinaron.
El joven, ajeno a que la muerte estaba rondando, entró a comprar al Kentucky Fried Chicken en la calle 7 Central, y cuando salió un sujeto le disparó directamente a la cabeza. Los médicos después de estabilizarlo lo pasaron al cuarto de cirugía, pero murió en el intento de salvarle la vida.