El carismático futbolista chorrerano José Luis "Pistolero" Garcés se encuentra disfrutando de unas cortas vacaciones por su tierra natal, Puerto Caimito de La Chorrera, junto con su familia a la que poco a poco les ha ido mejorando su nivel de vida.
La Ficha llegó a Panamá procedente de Portugal el 23 de diciembre y espera viajar la próxima semana para reintegrarse a sus labores habituales en el Club Nacional Académica de Coimbra.
Por el momento, José Luis se mantiene en dicho Club con un contrato por 3 años, aunque "para mí si hubiera posibilidad de ir a otro equipo sería mejor, porque es un equipo que no tiene muchas aspiraciones solo a no bajar a Segunda División".
Garcés confiesa que llegó a jugar allí, porque quería salir de Bulgaria, pero cuando juega en un equipo le gusta que sea para "Champion" o campeonatos del mismo país, pero por ahora tiene que seguir haciendo las cosas bien.
De todas formas, su manejador "está hablando para ver si consigue otro equipo", pero a José Luis le gustaría jugar en un lugar más cercano como España o Inglaterra.
SANCION IMPUESTA
Explicó que la sanción que le impuso su equipo se debió a dos días de entrenamiento que tendrían los días 28 y 29 de diciembre, "pero ese día yo hablé para decirles que no valía la pena venir por 4 días a Panamá para volver para allá a entrenar y bueno me sancionaron".
A LA SELECCION
Garcés le desea la mejor de las suertes a la Selección Nacional de Panamá en su próximo compromiso en la Copa de Naciones.
"A mí me mandaron la convocatoria al club, pero a mí nadie me ha dicho que puedo o no ir a jugar a la Selección, pero yo siempre quiero jugar con mi Selección y siempre voy a decir presente por mi país", expresó Garcés.
ALGO PERSONAL
En el plano personal José Luis Garcés se siente satisfecho por el status que goza su familia: Zeary Rojas (esposa) y sus tres hijos que lo acompañan en Portugal, Orlandito, Josecito y Simao, quienes ya hablan un portugués bastante fluido.
"Ellos están tranquilos, están creciendo, los dos más grande van a la escuela allá y tienen todo lo que yo tengo al alcance para dárselos, cosa que no tuve cuando estaba pequeño", expresó.
Para él la familia tiene un significado muy especial y es por ello que poco a poco ha ido haciendo realidad la promesa hecha cuando apenas empezaba su carrera futbolística.
Al menos a su padre Pelé le compró una casa cerca de la barriada donde él vive y una lancha que era lo que siempre quería, "yo me siento feliz porque lo saqué de allá y ahora vive cerca de mi, a mi hermana Yari también le compré una casita de segunda". He ayudado a amigos y espera seguir haciendo cosas por los suyos.
Consciente de que la carrera futbolística tiene un tiempo determinado, dice que está pensando en montar un pequeño negocio que le dé un ingreso para el día que tenga que dejar el fútbol tenga un futuro para su familia.
A sus 27 años José Luis Garcés siente que ha madurado bastante y ha cambiado muchas cosas en su forma de ser "yo quiero seguir adelante y para atrás ni para coger impulso, porque la vida de la calle que yo viví no se la deseo a nadie".
"Yo me he dado cuenta de que soy un ejemplo para los niños y para la juventud que quiere ser como yo. Yo mismo me admiro de que soy un ejemplo para los pela'os y es por eso que tengo que cambiar y andar tranquilos y me vean de otra forma y no como andaba antes".
SOBRE LUIS ALBERTO BLANCO
En cuanto al accidente que empañó la vida de su entrañable amigo Alberto Blanco, un atropello accidental que le costó la vida a un anciano, dijo que "eso le puede pasar a cualquiera, lastimosamente le pasó a él. Es un pela'o bueno y tranquilo que nunca ha estado en problemas".
Antes de que se vaya a Portugal visitará a Blanco para animarlo por lo ocurrido, "porque cuando yo no era nadie él siempre me ayudaba y animaba y es una persona que siempre me ha hablado cosas positivas y se que va a salir de ese momento que está pasando".
En su corta estancia por La Chorrera, "Pistolero" disfruta de pequeños paseos que hace a la playa y disfruta de sus comidas preferidas como son el pescado, langostinos y no pierde las esperanzas de que antes de viajar pueda saborear una sabrosa iguana con coco con arroz de guandú preparada por su hermano Toto.