El SIDA ha sido identificado como el enemigo común que no conoce fronteras, igual afecta a países ricos y pobres; no distingue clase social, raza, sexo, credo o cultura. La epidemia no se ha logrado disminuir, la mayoría de los informes señalan que esta avanza afectando principalmente a las mujeres, los (as) jóvenes y los niños, en particular las niñas, son las más vulnerables.
Aunque los reportes nacionales e internacionales sobre la epidemia sean desalentadores, en estos dos decenios el mundo ha acumulado experiencia, conocimientos, información de las formas reconocidas de promoción y prevención, enfatizando los grupos en donde es necesario establecer acciones prioritarias, establecimiento de políticas públicas y legislaciones que contribuyan a su disminución.
A nivel mundial han muerto 22 millones de personas a causa del SIDA, 4.3 millones de ellos eran niños. En la actualidad, casi un millón y medio de menores con menos de 15 años están infectados. En Panamá el Ministerio de Salud señala que los grupos mayormente afectados son los(as) adultos y jóvenes que adquirieron posiblemente la enfermedad en su etapa adolescente.
El hecho que el SIDA afecta dramáticamente a los(as) jóvenes sobre quienes depende el futuro de la familia, sociedad y humanidad, ha llevado a concertar todos los esfuerzos por parte de las Organizaciones Gubernamentales internacionales y los gobiernos dirigidos a este grupo de población joven.
En la reunión extraordinaria de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA en junio del 2001 se firmó la "Declaración de Compromiso en la Lucha Contra el VIH/SIDA". El documento señaló como prioridad velar que los jóvenes sepan qué hacer para evitar la infección. Para cumplir esta meta habrá que reformar y orientar a los niños(as), facilitar información en el nivel secundario que incluyan la enseñanza de la Salud Sexual y Reproductiva con énfasis en la prevención del VIH/SIDA.
Disminuir la magnitud de la epidemia conlleva el compromiso del Estado, la incorporación y colaboración de los(as) jóvenes, madres, padres, las familias, los educadores, personal de salud; también significa poner en las manos de la juventud la información, servicios e instrumentos necesarios que les permitan defenderse contra la propagación del SIDA.
Las principales conferencias internacionales sobre Población, Desarrollo Social y de la Mujer así como los gobiernos están señalando la creciente necesidad de que los(as) adolescentes tengan acceso a la información sobre Salud Sexual y Reproductiva; priorizando estrategias favorables a la abstención y posposición de relaciones prematuras; pero también a que los jóvenes opten por comportamientos saludables y conductas sexuales responsables lo que incluye el uso correcto del condón cuando sea necesario. Reconozcamos el derecho de información que necesitan los jóvenes y el debe de los padres y madres de familia a proporcionarla. |