Gilberto Gil, estrella de la música popular brasileña y ministro de Cultura, ya está con las maletas listas para el año 2004, cuando volverá a recorrer el mundo en su doble condición de artista y funcionario.
El autor de clásicos de la música brasileña y renovador del movimiento musical del país se pasea con naturalidad por la casa de gobierno y asegura que, un año después de asumir el cargo de ministro, tiene mucho trabajo y poco tiempo para cantar, componer y escuchar. |