|
No entiendo como hay gente que parece no tener corazón. No los conmueve nada. Son fríos, todo lo calculan. Tienen sangre de sapo, como dicen en algunos pueblos del interior.
Las personas que viven sin corazón en el pecho a la larga andarán por la vida llenos de amargura y terminarán solos, porque únicamente ellos se soportan.
Los que no tienen corazón tienen una muralla a su alrededor. Es como un escudo impenetrable. Si es que cobijan algún sentimiento, nunca dan muestra de él.
Es probable que estas personas no fueran así. Quizás algo en su vida los transformó. A lo mejor tenían un corazón tan grande como un estadio, pero algo ocurrió en su vida y se les congeló. Es probable que en una etapa de su vida entregaron algo más allá de lo razonable y hoy dudan de todo y de todos.
Si alguien te arrancó el corazón, el resto de las personas no tienen culpa de ello. La culpa es tuya, por no saber distinguir entre gente de bien y gente de mal. En todo caso fuiste tú la que apartaste hasta tus amigos al dejarte encandilar. ¡Ahora no pretendas que otros carguen tu cruz!.
Al final del camino, hay que dar gracias a Dios, que en el mundo hay más gente con corazón, que aquellos desdichados que perdieron ese motor que mueve la sangre y los sentimientos. |
