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A la mayoría les gusta que se les acaricien y presionen las nalgas, así como recibir algunas palmadas suaves.  |
Enloquecer a una mujer sin hacerle el amor no es un arte. Pero para muchas mujeres es casi una misión imposible para cualquier hombre.
Aunque no lo parezca, la mayoría de ellas cree que la actividad sexual exagerada es una obsesión y que si el hombre no demuestra signos aparentes de sensualidad en sus besos y caricias, están ante un intento fracasado de pasión.
Según Gabriela Márquez, psicóloga, el tocarse y acariciarse son actos placenteros, gratificantes, sensuales y sexuales.
Explicó que desde la más tierna infancia, tocarse es crucial para el desarrollo emocional y para el correcto desarrollo de la propia imagen. En la edad adulta es importante fuente de satisfacción y comunicación.
LA EXCITACIÓN
Para la especialista, algunas partes del cuerpo, las zonas erógenas, son especialmente sensibles al tacto: tanto en un hombre como en una mujer. Los genitales constituyen el ejemplo más obvio; pero todas las partes pueden dar placer si se tocan con esa intención. Márquez considera que las formas en que las personas responden al ser tocadas en las distintas zonas son diversas, como también lo son ante los diferentes tipos de caricias.
Sonriente exclamó que excitar a una mujer, y enloquecerla es un acto de inspiración y sensibilidad. A diferencia del hombre toda la piel de la mujer es una zona erógena que responderá a roces, caricias y besos.
Sin embargo, existen ciertas áreas donde la estimulación causa una excitación más intensa. Estas zonas erógenas varían en cada mujer; el hombre debe descubrir cuales son y, mientras intenta hacerle enloquecer sin hacerle el amor, estimularlas de manera suave y personal.
ZONAS ERÓGENAS
El rostro de una mujer tiene varias zonas eróticas que incluyen entre ellas, la línea de crecimiento del cabello, sienes, frente, cejas, párpados y mejillas.
En general, comentó que las mujeres prefieren las caricias sutiles a que las toquen plena y directamente en el rostro. Para la mayoría de ellas, la boca es una de sus zonas más erógenas y puede ser estimulada con rapidez con las yemas de los dedos y besos.
Debemos recordar que la estimulación de la boca de una mujer puede encender todo su cuerpo y producir un efecto directo en la excitación de sus órganos genitales.
Los lóbulos de las orejas son en extremo sensibles a la excitación y pueden ser acariciados con suavidad, pero algunas mujeres reaccionan con tanta violencia al toque de sus lóbulos que pueden llegar a tener un orgasmo a causa de una simple caricia.
El cuello, en particular la parte posterior, es un área muy sensible, al igual que los costados del cuerpo.
Los brazos, axilas, manos, espalda, caderas y el bajo abdomen pueden ser estimulados eróticamente por un amante atento logrando un orgasmo perfecto y exitoso, dijo la especialista.
Con delicadeza y dulzura un hombre puede lograr encontrar todos los puntos y elementos estudiados para que su amante logre una excitación del otro mundo sin necesidad de una penetración. Suerte en su búsqueda, tenga pendiente que la comunicación entre ambos es la clave del éxito. Y recuerde, no calle nada a la hora de amar. |
