Muy seguramente habrá personas que empiezan el mes de enero sin un real en el bolsillo.
Andarán pidiendo prestado por ahí, o arañando uno que otro centavito, porque en las fiestas navideñas y de fin de año se gastaron hasta lo último.
Son este tipo de gente (que somos la mayoría de los panameños) quienes mantenemos al país estancado, que no avanza.
Simplemente porque no tenemos conciencia, no ahorramos y reaccionamos con pasión únicamente al jolgorio y la chupata.
Pero cuando se nos pide trabajo y entrega al estudio o el crecimiento espiritual, andamos desganados y aburridos. Tenemos que cambiar esa actitud tan vacua y desinteresada por la vida (la personal y la social) que nos tiene a todos maniatados.
Es necesario que aprendamos a ahorrar y tengamos cuidados con el dinero de nuestra familia.
Si a cada rato respondemos a los cantos de sirena que nos hablan de gaste aquí, compre acá, use su dinero acullá, no levantaremos cabeza y nos hundiremos cada vez más. |