CRITICA EN LINEA 

 

S E C C I O N E S

EPASA EN LINEA

PANAMA AMERICA

DIAaDIA EN LINEA

REVISTA SIETE!


primera plana

portada

al cierre

nacional

opinión

el pueblo habla

comunidad

provincias

sport

el mundo

viva

sucesos

 


BUZON DE LOS LECTORES
  OPINIÓN


Arroz con porotos

James Aparicio | Colaborador

Miles de panameños que prestan servicios en el sector público y privado no conocen el popular arroz con porotos y carne en la hora del almuerzo.

Gran parte del presupuesto lo deben destinar a pagar por el servicio de autobuses, generalmente pésimo y costoso por la gran cantidad de cambios de rutas que deben realizar en el día, sobretodo si viven en San Miguelito, Panamá Este, Arraiján, Chorrera y Capira.

La economía del panameño está resentida y el modelo económico no ha logrado generar empleos bien remunerados para que los empleados, trabajadores o colaboradores como se les califica ahora reciban ingresos mensuales justos y adecuados.

Una sociedad que aspira a ser plenamente democrática no puede continuar con esta escalada de malos sueldos y condiciones laborales que no son propias del mundo globalizado.

La reciente culminación de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos obligará al país a revisar sus normas y conductas laborales porque la producción de bienes y servicios no pueden estar vinculadas a ninguna forma de abuso u explotación.

Los que se refrigeran en oficinas del gobierno o del sector privado, aunque tengan la mejor formación universitaria, no atinan en las políticas que imponen para el país o en sus empresas porque no entienden como el pueblo enfrenta el día a día.

El arroz con porotos que se llevaba al trabajo en una "vasijita" es una vianda propia del pasado.

Ahora es la comida a crédito con un escuálido pedazo de carne, bastante arroz y una tímida miniestra.

Los que no tienen para pagar alimentos todos los días deben practicar el deporte nacional de la "garrocha" o acostumbrarse al "cuara y cuara", el popular pedazo de carne frita con mucho aceite y una porción no menos generosa de patacones.

Falta que las empresas incorporen sistemas de incentivos a través de alimentos, como ocurre en otros países aprovechando también una reciente legislación que regula la materia y que concerten con hipermercados y supermercados planes para abaratar el costo de la canasta básica entre sus empleados.

Si no existe una política a largo plazo de justicia social, ¿cómo aspiramos a convertirnos en país del primer mundo, si más de la mitad de los panameños, ni siquiera es ciudadano del tercer mundo?.



OTROS TITULARES

Diputados del 60

Sin embargo, me vuelvo loco en las fiestas

Caliente

Boberias

Arroz con porotos

Hasta una bestia obedece a Dios

2007

 


 

  

 

linea
linea gris
 

   Copyright © 1995-2007, Crítica en Línea-EPASA 
Todos los Derechos Reservados