Ernesto Verley Macfarlone, de 47 años, llegó a una clínica particular del área de Perejil, en el corregimiento de Calidonia, a atenderse, porque supuestamente en el Seguro los médicos no lo quisieron ver porque estaban en paro.
Pero cuál no fue la sorpresa de la recepcionista, cuando al pedirle el dinero de la consulta a Macforlone, lo que le enseñó fue un arma, al tiempo que le decía que a quien le tenían que dar dinero era a él.
Ni corto ni perezoso, el sujeto salió de la clínica con 220 dólares en efectivo, pero con tan mala suerte que fue capturado por una ronda policial que se dio cuenta que robaba con el revólver de juguete de algún chiquillo.