PREGUNTA: He escuchado que existe una operación especial para el cáncer de próstata que hace que sea más improbable la impotencia después de la cirugía. Pero, �esta técnica previene la reaparición del cáncer de próstata efectivamente, como la cirugía tradicional?
RESPUESTA: La cirugía a la que se refiere se conoce como una protectomía en la que se deja el nervio. Es una forma radical de prostatectomía, que conlleva la extracción entera de la glándula prostática. Extraer la próstata no es una tarea fácil. Esta glándula del tamaño de una nuez está muy profunda en el cuerpo, entre el recto y la vejiga. Y los nervios importantes que son vulnerables a sufrir daños rodean la próstata.
Casi todos los hombres que se someten a la prostatectomía radical estándar tienen menos probabilidades de quedarse impotentes, pero no hay garantía alguna. El procedimiento está diseñado para proteger y preservar la delicada red de vasos sanguíneos y nervios que pasan a ambos lados de la próstata. En algunos casos, el urólogo puede salvar los nervios de ambos lados de la glándula. Pero a veces el tumor está tan cercano a un grupo nervioso, que tiene que sacrificarlos para asegurarse de extraer el tumor en su integridad. Si los nervios no resultan dañados, existe una mayor posibilidad de que el paciente preserve su potencia.
La experiencia y la habilidad del cirujano son factores importantes. La función eréctil también es más probable que vuelva en los hombres menores de 60 años y hombres que tenían una función completa antes de la cirugía. Esto también se aplica a los hombres cuyos nervios se salvaron en ambos lados de la glándula. E incluso si las erecciones no se vuelven a producir, estos hombres son los que probablemente respondan a los medicamentos para la impotencia, como Viagra, Levitra o Cialis.
Pero, �y cómo prevenir que el cáncer vuelva a darse? Con una prostactectomía tradicional, las posibilidades son bastante buenas. El cáncer de próstata puede dividirse en bajo nivel, nivel medio o alto nivel basado según se ve en el microscopio, con el nivel alto es más maligno. Una revisión de casi 60.000 pacientes de cáncer descubrieron que 94 por ciento de los hombres que se sometieron a la cirugía para cánceres de próstata de nivel bajo, no murieron de cáncer de próstata en los siguientes 10 años después de someterse a la cirugía. Para los tumores moderados y de nivel alto, los resultados fueron de 87 por ciento y 67 por ciento, respectivamente. Otro estudio de más de 2.000 pacientes reportaron hallazgos similares. Ninguno de estos estudios observó específicamente a la operación que no sacrifica el nervio para saber si las preocupaciones del cáncer residual estaban garantizadas. Pero otro estudio mucho menor, hizo justamente eso.
Investigadores de la Universidad de Miami estudiaron más de 700 hombres que se sometieron a prostatectomías radicales durante 1990. Todos tenían cánceres que no se habían extendido más allá de la próstata. Un urólogo altamente experimentado hizo las operaciones. Los médicos examinaron cada espécimen para ver si las células de cáncer se encontraban presentes en los bordes del tejido. Cuando se encontraron tales células, una cura quirúrgica era casi improbable. Los resultados fueron similares a la operación estándar y a la operación que no sacrifica el nervio. Y además, el resultado más crítico, el riesgo de volver a tener cáncer, también era similar.
Pero los investigadores no reportaron el promedio de impotencia. Y estos hombres fueron asignados al azar para someterse a una u otra operación, por lo que los investigadores no pueden decir qué aproximación es la mejor. Un cirujano llevó a cabo todas las operaciones, y sus resultados no se aplican necesariamente a aquellos de otros doctores. Finalmente, el estudio no comparó la cirugía con otras formas de terapia, como radiación o quimioterapia, que podrían ser buenas alternativas para algunos hombres. Elegir el mejor tratamiento de cáncer de próstata es complejo y depende de muchos factores. Los hombres con cáncer de próstata deberían consultar con especialistas de diferentes campos, como cirugía, radiación y cáncer, cuando toman una decisión de tratamiento. Pero aquellos que optan por la cirugía ahora tienen buenas razones para creer que la cirugía en la que no se sacrifica el nervio ofrece un buen resultado.