Rómulo Rodríguez, tiene once años de transportar pasajeros y estar batallando con la carretera Lídice - Cacao, apenas cinco kilómetros de carretera en la que las zanjas, piedras sueltas y lomas, hacen prácticamente imposible el paso de vehículos.
"Cuando llueve no dan ganas de ir para allá arriba", afirma Rodríguez. "Primero, porque se arriesga la vida y se destroza el vehículo, que es sabido no cuesta dos reales".
MEDIDAS DE PRESION
Advierte que la comunidad está dispuesta a organizarse y dar un plazo a las autoridades para que se repare el camino, de lo contrario se podrían adoptar medidas de presión como el cierre de la carretera Interamericana.
Rodríguez afirma que responsablemente le ha comunicado a los residentes del sector, que de agravarse el estado del camino deberá suspender el servicio, añadiendo que no es posible conformarse con las promesas de políticos.
Por su parte, Jaime Herrera, quien reside en el sector de Aguacate Arriba, indicó que con la construcción de la carretera se benefician los pobladores de Lídice y de Cacao, quienes por más de 40 años han esperado se repare la vía.
El estado de la carretera hace imposible el traslado de la producción agrícola a los mercados locales y el traslado de enfermos a los centros de salud y hospitales.
Herrera reiteró que la consigna entre la población es la reparación de la carretera por la vía pacífica o por la fuerza.
HABLA EL DIRECTOR DE TRIPLE C
Por su parte, el ingeniero Alberto Ng, director del Proyecto de Desarrollo Sostenible de las provincias de Colón, Coclé y Panamá (Triple C), indicó que para nadie resulta sorprendente el estado de los caminos de producción.
Explicó que para el mes de septiembre se realizó una inspección de los caminos de Lídice al cruce de Aguacate y Aguacate Arriba, tomando en consideración 15.8 kilómetros a realizar.
Según Ng, existen algunos inconvenientes para la reparación de la vía como es la consecución de fuentes cercanas de material, considerando que en ocasiones las existentes no son las mejores.
OTRAS REACCIONES
Porfirio Gómez, quien afirma laboró en el Proyecto Triple C en sus inicios, para el proyecto se tenían grandes iniciativas aunque todo quedó en nada, no obstante reconoce que recibieron apoyo para mejorar parte del camino y la comunidad aportó su cuota de dinero para ello.
Vicente Rodríguez, otro morador, sumamente disgustado afirma que al lado de las pérdidas en vidas humanas están las padecidas por los agricultores, quienes no pueden sacar al mercado sus productos y cuando lo logran, deben enfrentarse a los intermediarios, quienes reducen aun más sus ganancias.
Se trata de un área en donde existe gran pobreza.