USTED DECIDE
¿Adulterio
o fidelidad?
Escoja
muy bien la pareja con la que se va a casar para que no tenga
que divorciarse y cometer adulterio.
Tomado de
Internet
En aquel tiempo,
se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para
ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre
divorciarse de su esposa?". El les respondió: "¿Qué
les prescribió Moisés?" Ellos contestaron:
"Moisés nos permitió el divorcio mediante
la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús
les dijo: "Moisés prescribió esto, debido
a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio,
al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará
el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa
y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos,
sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no
lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar
sobre el asunto. Jesús les dijo: "Si uno se divorcia
de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera.
Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete
adulterio".
Después de esto, la gente le llevó a Jesús
unos niños para que los tocara, pero los discípulos
trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó
y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí
y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son
como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios
como un niño, no entrará en él". Después
tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles
las manos. Palabra del Señor.
REFLEXION
El pasaje que escuchamos hoy nos refleja una discusión
entre judeocristianos: unos queriendo continuar con la práctica
judía del divorcio permitido para volverse a casar, y
otros tratando de comprender la intervención de Jesús
respecto al tema, dónde pedía que la unión
del hombre y la mujer en matrimonio, fuera indisoluble.
El argumento que Jesús propone para su afirmación
es realmente difícil de rebatir, pues si los judíos
de su tiempo fundaban la posibilidad del divorcio en la Ley de
Moisés, Jesús remonta su afirmación a la
voluntad divina en la creación. Jesús nos esclarece
esta voluntad creadora al recordarnos que fuimos creados para
el amor, para vivir el uno para el otro. Y esta unidad no se
da sólo por voluntad humana, sino que Dios también
expresa su amor a través de esta unidad. Por eso Jesús
dice: "lo que Dios unió". Es decir, que si el
matrimonio está llamado a vivir para siempre, es porque
Dios ha fortalecido ese vínculo con su amor y su bendición.
ACTUALIDAD
Este es un tema muy controversial porque afecta directamente
a personas y familias enteras; y muchas veces al afirmar esta
indisolubilidad, parecería que uno le está hablando
al aire, pues hay tantos casos en los que esto no se cumple.
Tan sólo en Nuevo León, México, el 50 por
ciento de los que se casan religiosamente, están divorciados
antes de cumplir seis años de casados! Pero esta realidad,
más que poner en duda el designio de Dios, nos ha de cuestionar
a todos nosotros: ¿Cómo preparamos a nuestros hijos
para un matrimonio feliz? ¿Con sinceridad, con nuestro
testimonio, educándolos en la responsabilidad y el amor
sincero? ¿Cómo nos preparamos nosotros para vivir
toda la vida por nuestra pareja? ¿Dónde está
Dios en todo nuestro noviazgo? Cuando decidimos comenzar un matrimonio,
¿estamos conscientes que estamos haciendo la voluntad
de Dios, o sólo recurrimos a la Iglesia para cumplir con
la imagen social y con el requisito de "pedirle la bendición
a Dios"?
¿Quién es Dios en mi matrimonio: alguien que
me resta libertad en el trato con mi pareja; un guardián,
intruso que sólo nos está observando para ver en
qué nos equivocamos; un desconocido, alguien que me ayuda
para tener trabajo y al cual le tengo que "retribuir"
con ir a misa y dar limosna? ¿Quién es Dios y cómo
lo vives en tu matrimonio?
Es tiránico pedirle a una persona limitada por el tiempo
y el espacio (como cualquiera de nosotros) que tome una decisión
para toda la vida. Pero esto cambia, cuando quien pide esto ofrece
su ayuda, su gracia, para lograr tal fidelidad. Dios no nos pide
nada que no nos haya dado; pero nosotros hemos de acercarnos
a Él para recibir tal gracia; acercarnos con humildad
y sencillez, reconociendo que para vivir tal fidelidad se necesita
de su gracia y de su amor. Es en Él dónde encontramos
la fuente de este amor para siempre y no en nosotros solamente.
Dios no está buscando "esclavizarnos" al pedirnos
tal fidelidad, sino que está mostrándonos cuál
es el verdadero camino de felicidad de dos personas que ha decidido
amarse.
Acerquémonos pues a Dios, para vivir nuestra vocación
al amor con plenitud. Abramos nuestro corazón y démonos
cuenta que somos limitados, que para vivir plenamente como seres
humanos, necesitamos de la esperanza que Dios nos brinda. Abrámonos
también a nuestra pareja, sin sinceridad no hay fidelidad.
Nadie dijo que fuera fácil, el amor no es nada más
ternura y apapachos, es decisión, es renuncia, es diálogo,
comprensión y perdón, pero también es gozo
y gozo en plenitud.
PROPOSITO
Oremos esta semana por todos los matrimonios con dificultades,
oremos también por los que no tienen dificultades, para
que encontrando el amor y la misericordia de Dios, entiendan
mejor su vocación al amor sincero y la felicidad profunda.
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Oremos esta semana
por todos los matrimonios con dificultades, oremos también
por los que no tienen dificultades, para que encontrando el amor
y la misericordia de Dios, entiendan mejor su vocación
al amor sincero y la felicidad profunda.
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