El entrenador del FC Barcelona, Pep Guardiola, dijo ayer tras el encuentro amistoso contra el combinado de estrellas surcoreanas K-League All Star (2-5), que no hubiese dejado jugar a Lionel Messi de haber existido un riesgo para el delantero.
El técnico azulgrana comentó que está contento con el rendimiento del argentino en el partido, que en tan sólo 15 minutos disputados en la primera parte, marcó dos goles que acallaron la polémica sobre su participación en este amistoso.
Pese a que Guardiola dijo el martes que Messi no estaba en condiciones de disputar el partido, finalmente el "Pulga" saltó al césped, después de las presiones de los organizadores surcoreanos.
Guardiola dijo que entiende la posición de los promotores surcoreanos, que, según el contrato, podían reclamar 200.000 euros al club catalán si Messi no disputaba al menos 30 minutos, y aseguró que la decisión fue consensuada.
"Yo tengo que pensar en mis jugadores, pero con un entrenamiento no se puede jugar más", indicó el técnico, que añadió que en las condiciones de humedad y calor en las que se desarrolló el encuentro existía especial peligrosidad.