A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
Palabras (I)
Sergio Pérez Saavedra
Por mi condición de
nieto de Benito Saavedra Corro, quien esta noche, al igual que Elías
Delgado Tello y Pablo López, reciben homenaje póstumo por
su contribución al desarrollo de la lechería en Monagrillo,
y en representación de los señores Juan B. Delgado, Juan A.
Rodríguez C. y David Villarreal D., a quienes también se les
hace un reconocimiento en vida por su actividad ganadera, se me ha concedido
el honor de expresar algunas palabras en este IX Concurso de Ganado Lechero.
Consideramos propicia la ocasión, para reseñar algunos aspectos
que han sido fundamentales en el desarrollo lechero de la región,
tomando en consideración su pasado, el presente y el futuro, a fin
de demostrar que en los tres tiempos prevalece un espíritu de trabajo
fecundo, que ha caracterizado al hombre y a la mujer de esta tierra.
Por ser Chitré el Distrito más pequeño del mundo
en tierra firme, los monagrilleros a principios de siglo se hacen a la mar
en busca de tierras y las obtienen enfrentándose a la montaña
intrincada y feraz que se encontraba cerca de la desembocadura del Río
Santa María. Derrumbaron, primero sembraron arroz, después
caña de azúcar y más tarde las convirtieron en potreros.
Al poco tiempo se hicieron dueños de todas las riberas de los ríos
La Villa, Parita y Escotá, estableciendo en ellas las famosas huertas
que servían de refugios milagrosos donde con mucha dedicación,
hombres, mujeres y niños alimentaban sus vacas durante los largos
meses del riguroso verano.
De esta manera cada familia obtuvo un pedazo de tierra y en ella pastaban
sus vacas que ordeñaban todos los días y para utilizar la
leche, instalaron en cada hogar, una quesería cuya producción
mandaban a Panamá en barco y allá se vendía el queso
a medio. Dicha actividad económica, despertaba en las primeras horas
de la madrugada, a todo el pueblo con peculiares ruidos que se escuchaban
al unísono como cascos de caballos, el angustioso traqueteo de las
ruedas de las carretas con sus bueyes, choques de garrafones, que eran provocados
por los ordeñadores que se alistaban para ir a los corrales y que
constituía una verdadera sinfonía, que los hombres laboriosos
del pueblo, le ofrecían al trabajo y a la vida.
Para esa época se dio un hecho histórico que debe ser recordado.
Resulta, que en 1934, cuando se crea el complejo industrial de la Nestlé
en Natá, meses atrás llegaron los suizos por esta área
a realizar un censo de producción de leche. Intenciones malévolas
de partes interesadas, engañaron a nuestros sencillos hombres, para
que no declararan la verdad, expresándoles que quienes interrogaban
eran funcionarios de Hacienda, que querían cobrar altos impuestos.
Debido a ese engaño, es por lo que la poderosa empresa está
en Coclé. Sin embargo, al poco tiempo, a pesar de la distancia, Monagrillo
y los alrededores se constituyeron en los primeros proveedores de leche
fresca de la Nestlé.
(Continuará)
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| AYER GRAFICO |
| Avanzan los preparativos para el Festival Nacional de la Pollera. |
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